IV. De la reorganización de la corte de Londres - Primogénitos

Los Primogénitos son sujetos que el Príncipe Nathan aprecia especialmente, por su inigualable trabajo y desvelo por los demás vampiros y su ayuda inestimable en el gobierno del Principado. Por eso lamentó mucho que no todos los Primogénitos clásicos quisieran mantener el puesto.

El Primogénito Brujah, Rufus, se marchó tras unas efusivas palabras. Opina que Londres está en buenas manos ahora y su labor es más necesaria en sitios donde los Brujah son oprimidos y discriminados. Se va, pues, de Londres. Antón Novosti le sustituye, elegido por los suyos.

Elizabeth Dolittle, la Gangrel, es asesinada por un lobo del Wyrm que la sorprende con la guardia baja. El asesino es capturado y ejecutado enseguida, honrando la memoria de la difunta Lizzy.

Primogénito Ventrue no había, a pesar de que Londres contaba con varios Ventrue. Una prueba más del régimen absurdo y déspota que mantenía Mithras. Paul D'Arnot es elegido para la tarea.

Se crea una Primogénitura Giovanni, como novedad y muestra de las buenas relaciones con Roma y con los Milliner del norte. Sin embargo esta gente es un poco nerviosa y se suceden varios Primogénitos en muy poco tiempo. La primera, Giulia Mussolini, venida de Roma, es asesinada enseguida por los Milliner (aunque ellos lo niegan). Los Milliner mandan a su propio Primogénito, pero este también desaparece misteriosamente (sin que Roma sepa nada). Un tercer Primogénito, Angus Urquhart Milliner, llega a Londres y parece ser el definitivo.

En cuanto a los Primogénitos Toreador (Mike Reims), Tremere (Brian Morts), Nosferatu (el Hijoputa) y Malkavian (Roger de Flor, Sam Gamyi, Kylo Ren... depende del día...), ellos sí se mantienen en sus puestos. Los cuatro sienten una simpatía y afinidad instantánea con el Príncipe. La relación es tan buena que Reims adopta en ocasiones el papel de abogado del diablo, discutiendo las decisiones del trono o mofándose. Sus alegres e inofensivas bromas divierten a todos. A los pocos años, viendo que los Toreador prosperan felizmente en Londres y no corren peligro de ninguna clase, Reims renuncia al puesto para dedicarse por fin a sus sueños artísticos, como miembro corriente pero querido del Principado. Ares, un Toreador recién llegado y negro, le sustituye.