Biografías - Brian Morts
Puesto: Primogénito.
Clan: Tremere.
Sire:
Chiquillos:
Pareja:
Ghoules:
Clan: Tremere.
Sire:
Chiquillos:
Pareja:
Ghoules:
El pobre Morts. No es fácil ser Tremere. Morts fue asignado a Londres desde la capilla central de Viena para servir como Primogénito con Mithras el Maligno. Conserva el puesto tras la marcha del persa y la llegada del Loto Verde. Morts es un tipo discreto y solitario que prefiere el estudio y la práctica mágica a la actividad política. Tiene entre dos y cuatro siglos, así a ojo.
Su labor como Primogénito es bastante holgada, ya que es el único Tremere de Londres. En la práctica es más bien un embajador de Viena, pero ahora que gobierna Lord Nathan, y este tiene buena comunicación personal con Etrius, Morts tiene aún más tiempo libre.
Morts tiene dos problemas. Los Tremere tienen magia y conocimientos a raudales, pero menos sabiduría, y espiritualmente están vacíos. Las palabras y el discurso del Príncipe pronto llamaron la atención de Morts y le hicieron pensar en la época anterior al Abrazo espurio del clan, cuando eran magos y estaban en sintonía con el mundo. Nathan recupera algo que los Tremere perdieron. Morts se arrimó al Príncipe enseguida, queriendo saber más y profundizar. Poco a poco, pero rápidamente, Nathan se convirtió en el único vampiro de Londres cuya compañía desea Morts, el único con quien está cómodo. Ha llegado a salir de viaje con el Príncipe, como escolta y compañero en misiones de campo.
Y este es el primer problema: Morts me ha confesado en la entrevista que ya no quiere volver a Viena ni continuar con la académica Tremere; quiere ser discípulo de Nathan. La férrea estructura Tremere no consentiría tal cosa, claro, y Morts ya fue llamado a dar explicaciones en Viena. Pensamos que lo ejecutarían pero, sorprendente, lo devolvieron vivo y con el estatus intacto. Imagino que en Viena lo dejan estar para utilizarlo como espía. Al menos por un tiempo.
El otro problema de Morts es Valeria. Los ataques de demencia de la Brujah no son de origen Malkavian, evidentemente, por lo que en opinión de Morts deberían tener cura. Ha pasado mucho tiempo observándola y estudiándola y lo que empezó como interés científico altruista se ha convertido en tierno amor. Morts, de natural prudente y pacífico, no quiere alterar la delicada situación en Chalus respecto a Valeria. Pero tampoco puede más que pensar en abrazarla y pasar las noches con ella. Anton, su compañero Primogénito, marido y cuidador forzoso de la rusa, intuye estos sentimientos y en silencio le anima a dar el paso: sabe que Morts tiene más recursos y opciones para mantener a Valeria bajo control.
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